Tipos de comunicación y objetivos
ión de "Desirée Llamas":
- Comunicación pasiva: en este tipo de comunicación la persona no expresa sus derechos o sus opiniones, no reafirma ni defiende su posición, es una actitud derrotista. La persona no consigue su objetivo, pero mantiene la relación con la otra parte, por ejemplo:
- Se puede saber que estás haciendo con tu vida, ¡déjame en paz!
- Sí, tienes razón, lo siento.
- Comunicación agresiva: consiste en expresar lo que deseamos de una forma directa, elevando el tono de voz, de malos modos, con una conducta desafiante, amenazando, es decir, consiste en trasladar una petición a otra personas de malas formas. En este estilo comunicativo no se salvaguarda la relación con la otra persona, prima conseguir nuestro objetivo, como por ejemplo:
- Estás empanada, ¿no te has dado cuenta de que no era por ahí?
- Para qué me sigues entonces, ¡idiota!, que lo único que sabes hacer es criticar.
- Comunicación pasivo-agresiva: es un tipo de comunicación que combina dos estilos comunicativos como su propio nombre indica, el agresivo y el pasivo. En el mensaje queda latente una agresividad enmascarada, sucede cuando respondemos con monosílabos, cuando castigamos a alguien con nuestro silencio, cuando empleamos el sarcasmo sabiendo que a la otra persona le va a herir... En este estilo comunicativo, no se consigue ni el propósito ni se salvaguarda la relación con la otra persona. Ejemplo:
- Creo que te pasa algo conmigo desde que salí la última noche con mis amigos, ¿es así?
- Tú sabrás lo que me pasa...
- Comunicación asertiva: es el estilo por excelencia a la hora de resolver un conflicto, con este estilo salvaguardamos la relación con la otra persona y al mismo tiempo estamos consiguiendo nuestros objetivos. Consiste en expresar nuestros deseos u opiniones teniendo en cuenta los derechos de los demás. Por ejemplo:
- Estás empanada, ¿no te has dado cuenta de que no era por ahí?
- Carla, no me gusta que me hables así, si lo vuelves a hacer me iré. Que me haya equivocado no te da derecho a que me hables de ese modo.
No obstante, no podemos ser asertivos en todas las situaciones de nuestra vida, todo depende del tipo de relación que tengamos y con quién. Desde mi profesión, cuando estoy en el trabajo no puedo emplear un lenguaje agresivo con los pacientes, pues mi objetivo es mantener la relación con ellos y conseguir de alguna forma que me vean como una figura de referencia y puedan imitar conductas de salud, tal es así, que cuando empleo un lenguaje asertivo y lo oriento desde la empatía puedo entender por qué un paciente no ha podido seguir mis recomendaciones o qué es lo que le limita o preocupa, consiguiendo llegar a un acuerdo entre ambos puntos y entender de forma más certera cuál es la realidad de la persona a la que estoy atendiendo.
Las enfermeras también cuidamos la salud mental, y con este hecho cabe destacar que muchos de nosotros a lo largo de nuestras vidas hemos tenido problemas en nuestras relaciones motivados por un déficit en la comunicación, pero como he comentado, no nacemos sabiendo comunicarnos, a ello se aprende, y en la mayoría de los casos aprendemos del entorno, por observación y ensayo-error, si queréis de eso puedo hablar más adelante.
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